Jack

El animal que llevo dentro pugna por salir y albergo serias dudas de ser capaz de contenerlo. He permitido que me sacara de casa una fría noche de principios de Noviembre con el fin de obtener una presa a la que dar caza, confiando en no encontrarla o en su defecto, que el placer de la búsqueda fuese suficiente para aplacar su ansia. Por desgracia sólo ha necesitado dar la vuelta a la esquina para encontrar una víctima, una chica de unos veintitantos años vestida con un vestido negro que perfila una provocativa silueta. He de reconocer que esta maldita bestia tiene buen gusto.
La seguimos durante unos minutos y entonces me doy cuenta de que si gira en la siguiente calle a la derecha ya no habrá vuelta atrás. Conozco bien el lugar, un callejón estrecho sin apenas iluminación, perfecto para lanzar el ataque. Me descubro deseando con gran excitación que lo haga, que tome el camino equivocado. Los más bajos instintos y la sed de sangre me consumen sin remedio, me encuentro totalmente subyugado por mi fiera interior y ya es demasiado tarde para poner fin a todo ésto.
La joven dobla la esquina. Esta noche las calles de Whitechapel se teñirán de rojo por quinta vez desde que me trasladé a éste sucio barrio londinense; sucio y oscuro como mi alma, como el mismo infierno.
Juro que esta vez será la última.

No hay comentarios: